Les enseñaron que la moral era relativa y el sexo libre, que no existe la verdad y que Dios es un invento. Hoy, sin retractarse, reflexionan sobre el aumento de la promiscuidad, los suicidios, la corrupción y la falta de sentido en la juventud.
¿Qué hicimos mal como sociedad? -se pregunta el periodista argentino-
Todo, imbécil, todo.