martes, 30 de octubre de 2012

De aquellos polvos, estos lodos.

Les enseñaron que la moral era relativa y el sexo libre, que no existe la verdad y que Dios es un invento. Hoy, sin retractarse, reflexionan sobre el aumento de la promiscuidad, los suicidios, la corrupción y la falta de sentido en la juventud. ¿Qué hicimos mal como sociedad? -se pregunta el periodista argentino- Todo, imbécil, todo.